Vivimos saturados de exposiciones en las sociedades globalizadas. Todo se expone: se exponen obras, se exponen objetos, se exponen ideas, datos, cartas, registros, pruebas, manifiestos, fotografías, citas, comentarios, archivos, se expone la historia, el presente y hasta futuros se exponen, recorridos, colecciones, movimientos, autores, confrontaciones, se exponen cuerpos, cuerpos desnudos y cosas, artefactos, hasta culturas se exponen, se expone en galerías y en museos, exponen los Bancos, los gobiernos, las comunidades, los colectivos, los gremios y las congregaciones, se exponen documentos y experiencias, en entidades al igual que en residencias privadas, en bares, en universidades, se expone adentro de las instituciones pero también afuera, en la calle, se expone todo en todas partes cada vez con mejor definición, porque Google Earth no hace sino optimizarse y ahora es el planeta entero el que está expuesto, en tiempo real. Y así, hasta aquello que se le fuga al Sistema se ha terminado exponiendo, los performances más explosivos, las estrategias más subversivas, los proyectos más insumisos, el azar: se expone hasta el azar y al azar; las fuerzas se capturan cuando se exponen. Nuestra cultura está sobreexpuesta. Es la forma en la que el capital asegura su stock de imágenes para hacer negocio con lo que hoy no puede. Sólo por intentar probar otra cosa, ya resulta valioso pensar en intentar llevar a cabo prácticas distintas a las de exponer y de montar exposiciones. Sobre todo hace falta intentarlo: hace falta intentar otras maneras de compartir distintas a la puesta en común de la exhibición sistemática en la que consiste exponer.
Saturados de exposiciones
Vivimos saturados de exposiciones en las sociedades globalizadas. Todo se expone: se exponen obras, se exponen objetos, se exponen ideas, datos, cartas, registros, pruebas, manifiestos, fotografías, citas, comentarios, archivos, se expone la historia, el presente y hasta futuros se exponen, recorridos, colecciones, movimientos, autores, confrontaciones, se exponen cuerpos, cuerpos desnudos y cosas, artefactos, hasta culturas se exponen, se expone en galerías y en museos, exponen los Bancos, los gobiernos, las comunidades, los colectivos, los gremios y las congregaciones, se exponen documentos y experiencias, en entidades al igual que en residencias privadas, en bares, en universidades, se expone adentro de las instituciones pero también afuera, en la calle, se expone todo en todas partes cada vez con mejor definición, porque Google Earth no hace sino optimizarse y ahora es el planeta entero el que está expuesto, en tiempo real. Y así, hasta aquello que se le fuga al Sistema se ha terminado exponiendo, los performances más explosivos, las estrategias más subversivas, los proyectos más insumisos, el azar: se expone hasta el azar y al azar; las fuerzas se capturan cuando se exponen. Nuestra cultura está sobreexpuesta. Es la forma en la que el capital asegura su stock de imágenes para hacer negocio con lo que hoy no puede. Sólo por intentar probar otra cosa, ya resulta valioso pensar en intentar llevar a cabo prácticas distintas a las de exponer y de montar exposiciones. Sobre todo hace falta intentarlo: hace falta intentar otras maneras de compartir distintas a la puesta en común de la exhibición sistemática en la que consiste exponer.